Santa Catalina, Holmberg o simplemente “Olber”

Partimos desde la ciudad de Mar del Plata, de viaje para conocer varios puntos del país. La primera parada la hicimos en un pueblo ubicado a diez minutos de la ciudad de Río Cuarto, se trata de Santa Catalina, Holmberg. Según nos comentaron, antiguamente, cuando el tren pasaba por una localidad, se le ponía un nombre distinto a la estación, es por ello que el pueblo tiene un doble nombre. Pero este sitio tranquilo, ideal para descansar, de difícil nombre es pronunciado simplemente “olber”.

En “Olber” el hotel donde paramos fue el Santa Catalina, se encuentra sobre la ruta nacional Nº8, tiene una ubicación óptima especialmente para viajeros de paso que luego de un extenso viaje deciden hacer un alto en el camino para descansar y reponer energías. En este pueblo del sur de Córdoba viven tan solo 5000 personas, es un lugar donde se puede descansar del ruido y el movimiento de las grandes ciudades.

El Hotel Santa Catalina, cuenta con una buena conexión. No es necesario viajar en vehículo particular para disfrutar de los servicios y comodidad del hotel, en frente del mismo se encuentra una parada de colectivos que permite llegar a la vecina ciudad de Río Cuarto, también hay servicios de taxis, ambos con un precio accesible.

Nosotros llegamos luego de varias horas de viaje, por lo que luego de descansar un rato, aprovechamos el acceso a piscina que brinda el hotel.

Al día siguiente, tomamos el colectivo que conecta con la vecina ciudad de Río Cuarto, se trata de una ciudad que fue fundada en el año 1786. Allí conviven las construcciones históricas con edificios nuevos y unos cuantos en construcción. Es una ciudad en crecimiento con un centro comercial muy activo lleno de negocios y gente paseando. Yo la visité dos veces, un sábado y un domingo. El sábado el centro estaba sumamente poblado con todos los negocios abiertos, el domingo era otra postal: parecía un pueblo fantasma, pero después de caminar, nos dimos cuenta que los lugareños aprovechan este día para descansar y disfrutar de sus espacios verdes como por ejemplo, el Parque del Centro Cívico.

En Río Cuarto, hay varios restaurantes para cenar, pero yo particularmente recomiendo cenar en el Hotel Santa Catalina. El restaurante funciona todos los días en todos los turnos, tiene una extensa carta y una variada selección de vinos. ¡Los platos parecen hechos en casa! (Recomiendo probar los sorrentinos con salsa roquefort)

Después de cenar, se puede pasar un rato en la sala de estar del hotel donde hay todo tipo de juegos de mesa, películas para ver e inclusive un gimnasio.

Fue un viaje interesante, donde se puede ver el contraste de una gran ciudad Río Cuarto (la segunda ciudad en importancia de la provincia de Córdoba) cercano al tranquilo pueblo de Holmberg. Recomendamos tomarse el tiempo para visitar ambos. Y si ya conociste estos dos lugares de la Argentina… ¡Contanos tu experiencia!

Consejos y más info

– El Hotel Santa Catalina es ideal para viajeros de paso, ya que se puede descansar con las mejores comodidades y servicios sin entrar en la ciudad de Río Cuarto. Es un punto recomendado para quienes se dirigen haca San Luis, La Pampa, Córdoba, Villa María o Buenos Aires.

– Si decidís pasar unos días distintos en un lugar tranquilo pero con opciones cercanas para pasear, te recomendamos Holmberg. No importa si no vas con movilidad propia, hay servicios de colectivo, pasan cada una hora aproximadamente.

– Podés aprovechar y conocer varios puntos además de Río Cuarto, como Alpa Corral, Achiras o Las Albahacas. Hay servicios de transporte que salen desde la terminal, parten temprano a la mañana tipo 9:00 y regresan a la tardecita. Consultá con anticipación, tienen un solo horario de ida y vuelta.

– Si tenés planeado realizar una fiesta o evento, considerá al Hotel Santa Catalina como una opción, tiene dos salones: uno para fiestas de todo tipo con capacidad para hasta 150 personas y otro preparado para conferencias, convenciones y charlas con toda la tecnología necesaria.